Era la diosa de la muerte en la mitología nórdica. Era hija de la ogro Angrboda y el dios Loki. La mitad de su cuerpo era negro verdoso y la otra de un blanco intenso y su carne estaba putrefacta con una cara siniestra.
Odín le asignó el reino de Niflheim que se encontraba bajo una de las raíces del árbol Yggdrassil, allí iban a parar todas las almas de los muertos debido a enfermedades o por la vejez. Su palacio se llamaba Eljudnir, allí tenía una mesa llamada hambre, un cuchillo llamado inanición, una cama llamada enfermedad y unas cortinas llamadas Desgracia.
En tiempos de plagas y hambre iba a la tierra en un caballo de tres patas y barría las almas con su rastrillo y las barría con su escoba en dirección al Niflheim. Aparece en el mito de la muerte de Balder cuando Hemrod va a visitarla por orden de Odín para pedir su resurrección.