Era un caballo alado en la mitología griega. Había nacido de la sangre de la gorgona Medusa cuando Perseo la decapitó, a pesar de esto se le atribuía como padre a Poseidón.
Estuvo asociado a Perseo hasta la muerte de este, montado en él luchó con el monstruo marino que había encadenado a Andrómeda a las rocas del mar. En un mito Pegaso golpeó con su casco la tierra del monte Helicón de donde brotó una fuente de aguas milagrosas que se convertiría en el lugar preferido para las musas.
Belerofonte consiguió domesticarlo gracias a una brida que le regaló Atenea. Estuvo junto a Belerofonte cuando mató a la quimera (monstruo mítico) y también al luchar contra las amazonas. Finalmente Belerofonte quiso alcanzar el olimpo montado en él para unirse a los dioses, Zeus mandó a una mosca morder a Pegaso lo que hizo que el caballo tirase a Belerofonte a la tierra. Pegaso llegó al Olimpo y vivió en los establos de Zeus y se convirtió en el caballo de Eos. Su figura se convirtió en una constelación que llevaba su mismo nombre.