Era el dios de la muerte y del norte en la mitología azteca. Su mujer era Mictlancihuatl, vivía con ella en una casa desde donde vigilaba las almas de los muertos. Su dominio estaba en el centro de la Tierra, concretamente en Mictlan que era el nivel inferior de este mundo, donde iban a parar los muertos que no estaban destinados a ir al cielo, allí vivían en un eterno aburrimiento.
Al principio del Quinto Sol Quetzalcóatl se adentró en sus dominios para rescatar los huesos de los muertos durante el Cuarto Sol, Mictlantecuhtli mandó una bandada de codornices contra Quetzalcoatl, pero este escapó con los huesos.
Se le representaba como un esqueleto humano con una calavera con muchos dientes y en otras ocasiones con cabello negro y ojos estrellados. Se le asociaba con varios animales como los murciélagos, las arañas y los búhos.