Era el dios supremo, de la resurrección y de la reencarnación en la mitología maya muy posiblemente de origen tolteca u olmeca, llamado el dios de la voz poderosa. Controlaba los cuatro elementos cada uno simbolizado con uno de sus atributos, la espiga de maíz representaba la tierra, el pez representaba el agua, el buitre el aire y el lagarto el fuego, también se le asociaba con el planteta Venus.
Se dice de él que llevó la paz a Chichen Itzá, después construyó Mayapán, y después se fue hacia al oeste al cielo para guiar desde allí a su pueblo y contestar sus plegarias. También se decía que nació en el Océano, hizo las labores antedichas y después desapareció en el Océano.
El nombre de Kukulkan significaba serpiente emplumada y se representaba con cuerpo de serpiente, plumas de quetzal,
dentadura de jaguar y sosteniendo una calavera humana en sus mandíbulas,
representación parecida a la de otros dioses americanos como Gucumatz
de la mitología Quiché o Quetzalcóatl de la azteca.
