Era el dios de la tierra en la mitología egipcia. Era hijo de Shu y Tefnut. Su esposa y hermana era Nut y sus hijos Isis, Osiris, Neftis y Set. Formaba parte de la enéada de Heliópolis (ciudad egipcia). Era guardián y cuidador de todo lo que había en la tierra, así como generador de todo lo que se produce en ella como los terremotos, los minerales o las plantas.
Dio el poder de gobernar la Tierra a su hijo Osiris, y reguló la contienda entre su hijo Set y su nieto Horus después del que primero matase a Osiris, dando al último el poder sobre la tierra. Al faraón se le daba el título de heredero de Geb. Está unido a su esposa que representaba la bóveda celeste, representando ambos la fertilidad, el momento en el que el universo se ordenó y la personificación de la vida de la naturaleza, más tarde Shu por orden de Ra los separó. En su simbolismo morturio Geb representa la caja del sarcófago y su esposa la tapa de éste.