Era la diosa del mar en la mitología yoruba de Nigeria. Era la única deidad que vivía apartada de los otros orisha o dioses yoruba, ya que vivía en un mundo de mar, pantanos y niebla.
Olokun creyó que los humanos creados por Obatalá amenazaban su poder ya que ellos estaban llenando la Tierra (la cual antes le pertenecía por completo ya que solo existía el mar), así que decidió enviar un diluvio que mató a casi todos los hombres de la tierra. A pesar de esto Orunmila volvió a poner las cosas en su sitio en la tierra.
Aunque no pudo restaurar su poder ella no aceptaba la superioridad de Olorun y se creía mejor que el resto de los dioses porque sabía teñir y tejer las telas, así que retó al dios supremo a un concurso para ver quien era mejor haciendo ropa. Olorun aceptó el reto y mandó al camaleón Agemo para que le mostrase sus creaciones, estas telas estaban teñidas en colores brillantes, pero cada vez que las enseñaba el camaleón convertía su piel del mismo color que la tela, al hacer una tela multicolor, el camaleón copió el patrón de colores de la tela, con lo que Olokun quedó convencida que Olorun era superior a ella ya que incluso su sirviente podía igualar sus habilidades.