Es la diosa del sol en la mitología japonesa. Es la hija mayor de Izanagi, nacida de su ojo izquierdo cuando volvía de intentar sacar del infierno a Izanami. Se le considera el antepasado de la familia real japonesa. Junto a ella nacieron dos hermanos Susanowo y Tsukiyomi. Enseñó a la gente a cultivar arroz y trigo, tejer hilos y cultivar gusanos de seda.
Izanagi le dio el poder sobre el cielo dándole unas joyas sagradas y a su hermano Susanowo los mares, pero este quería ir al infierno donde habitaba Izanami, al no estar de acuerdo con ser el dios de los mares.
Su hermano por celos le retó a una competición de ver quien podría crear más dioses, Amaterasu rompió la espada de su hermano en tres trozos que se tragó y cuando escupió se formó una niebla de la que surgieron tres diosas. Susanowo a su vez cogió los granos de su hermana y rasgándolos con los dientes surgieron cinco dioses. Susanowo se creía vencedor, pero Amaterasu le dijo que ella había ganado porque los cinco dioses surgieron de sus joyas.
Susanowo clamó por toda la tierra diciendo que había vencido en la competición creando grandes destrucciones en ella. Amaterasu avergonzada por el comportamiento de su hermano fue a una cueva oscura y se negó a salir haciendo que el mundo estuviese en una permanente oscuridad. Finalmente la diosa Uzume consiguió hacerla salir después de que los dioses que estaban a la puerta de la cueva se riesen mucho con el baile de ésta, lo cual hizo que Amaterasu saliese por curiosidad y así retornó la luz al mundo, Takijawa cerró la entrada a la cueva rápidamente para que no pudiese volver.