Era el dios de la guerra, las artes marciales, la lealtad, la riqueza y la literatura en la mitología china. Protegía los templos, el gobierno y la sociedad. Se cree que fue una persona real, guardaespaldas de uno de los fundadores de los Tres Reinos que vivió en el II y III siglo d.C.
A pesar de ser el dios de la guerra utilizaba su habilidad para evitar enfrentamientos y su papel más importante era como dios de la lealtad. Se contaba un cuento como señal de su valentía en el que después de una herida en el brazo estuvo jugando a cartas con la otra mano, mientras los cirujanos le intervenían el brazo dañado. También se contaba que Wu, el nuevo emperador le capturó y le ofreció cambiarse de bando o morir, Guan-Yi eligió la muerte e insultó al emperador después de que le hiciese la propuesta.