Era la diosa de la curación, la fertilidad y las aguas termales en la mitología celta gala. Se la consideraba también protectora de las vacas y también tenía una conexión con el cielo ya que su nombre significa estrella o diosa de la estrella. Era la madre de Borvo. Se le asociaba con el dios Granus que tenía roles parecidos y a veces se decía que era su esposo.
Se le representaba acompañada de serpientes o culebras que estaban asociadas a la sanación pero también a la realeza y al renacimiento, en una talla se la representaba llevando una corona en forma de estrella y llevando un plato de huevos.