Era el dios del sol en la mitología egipcia. Era un dios creado al uso por el faraón Amenhotep IV que cambió su nombre por el de Akhenatón o Ajenatón.
Atón era el nombre con el que se conocía al disco solar físico, el faraón divinizó a este intentando crear una religión monoteista. Se le considera por tanto creador de todos los seres de la tierra, el dios que da la vida, la justicia y el orden cósmico (la maat). Protege a todos los seres vivientes, él permite que los trabajos se lleven a cabo, de él procede toda la diversificación y la belleza del mundo.
El faraón es un enviado y un profeta de este dios, siendo además el único que alcanzará la inmortalidad en el otro mundo, la gente común no podía entender los designios del dios, solo el faraón los conocía y no podían adorarlo directamente sino a través de su adoración al faraón. Era un ser intangible al igual que los rayos procedentes del sol con los que se representaba.
Se le representaba como un disco solar del cual surgían unos rayos que acaban en manos y que sujetan el símbolo del "anj".