Es el dios supremo y el dios de la lluvia en la mitología china taoísta. Es un dios eterno, invisible y sin limitaciones, de él surgieron todas las cosas. Era el encargado de dirigir el cielo aunque le dejó esta tarea a un ayudante suyo llamado Yu-huang. Lleva el epíteto de "Venerable Celestial del Principio Primordial". En principio era un concepto abstracto pero después fue personificado como uno de los principales sino el principal dios en el panteón taoísta. Se decía que él había creado el universo y que lo había puesto en movimiento. Se cree que vive en el Cielo de la Pureza Jade y que había nacido debido a la fusión de las respiraciones o alientos puros. Tenía como asistentes a Zao Jun y Lei Zu, dios de la cocina y dios del trueno respectivamente. En cada edad se encarga de transmitir las Escrituras de la Joya Mágica a las deidades subordinadas a él, que estas a su vez transmiten a la humanidad para enseñarles el Tao.
En otra tradición se le identifica como hijo y reencarnación de Pangu o Pan-ku, el cual entró a través de un rayo de luz en la boca de un ermitaño hermafrodita que le dio a luz después de doce años, nada más nacer ya hablaba y caminaba y lo rodeaba una nube de cinco colores.