Es el dios del fuego y dios de las muerte en la mitología de las islas Carolinas. Es el hijo de Lugeilan y Thilpelap. Subió al cielo en una columna de humo para exigir que se le reconociese como un dios. Después de lo cual se produjo una batalla donde fue asesinado. Su padre Lugeilan lo resucitó y convenció a los otros dioses para que lo aceptasen como dios del fuego. Una vez convertido en dios trajo el fuego desde el cielo para que pudiese ser usado por la humanidad.
Aparece en otros mitos haciendo el papel de dios tramposo, por ejemplo se dice de él que anima a las termitas y hormigas a roer el techo para que se derrumben las casas, trata de seducir o violar a las esposas de sus parientes, regala a los tiburones sus temibles dientes o roba alimentos y los sustituye por cáscaras vacías. Debido a sus travesuras está continuamente viajando del cielo a la tierra para escapar a las represalias de los otros dioses.