Es el dios supremo y creador en la mitología del pueblo igbo de Nigeria. Es un dios con tres aspectos, Chukwu, el Gran Dios, Chineke, el espíritu creativo y Osebuluwa, el gobernador de todas las cosas.
En el principio la tierra y el cielo se tocaban por lo que los hombres podían tocar a este último, esto hacía que las mujeres cada vez que utilizaban el mortero golpearan el cielo. Chuku dijo a una de estas mujeres que parara pero no le prestó atención, debido a la ira que le produjo este acontecimiento se fue lejos de la tierra y el cielo se quedó allí desde entonces. Su hija Ala permaneció con los humanos.
Cuando la muerte entró en el mundo los hombres enviaron a un perro a Chuku para pedir que los devolviese a la vida, un sapo escuchó el mensaje y para castigar a los humanos se adelantó al perro y le dijo a Chuku que los humanos no querían volver a la vida después de morir. Chuku aceptó la petición y no pudo revertir la decisión cuando llegó el perro.
