Es el dios supremo y creador en la mitología del pueblo Uduk de Etiopía. Es el creador de todo el universo y de los seres humanos. Cuando lo creó había un árbol que conectaba el cielo y la tierra. El cielo por entonces estaba mucho más cerca de la tierra, los humanos podían ir al cielo mientras que la población del cielo podía ir a la tierra. Un día una vieja se enfadó debido a que pensaba que se le había tratado injustamente y cortó el árbol. Desde entonces el cielo se alejó y no se pudo llegar nunca más al cielo desde la tierra. Además esto produjo que desde aquél día la muerte fuese permanente.