Era la diosa devoradora de los muertos en la mitología egipcia. Vivía en el inframundo y en la Sala de las Dos Verdades cuando se pesaba el corazón ella era la encargada de devorarlo si resultaba que el peso de este no se igualaba al de la pluma de la Maat. Esto significaba que el alma del difunto pereciera definitivamente sin poder revivir en la otra vida.
Se le representaba como un monstruo femenino con cabeza de cocodrilo, la mitad delantera de león y la mitad inferior de hipopótamo.