Es una serpiente cósmica en el mitología del pueblo lunda de Angola y República Democrática del Congo. Gobernaba sobre la tierra y era la madre de todas las cosas. Dividió el mundo entre ella y su marido Nkuba (relámpago). Nkuba fue al cielo donde creó la lluvia a partir de su orina, mientras que Chinawezi controlaba las aguas y hacía hincharse los ríos cuando oía un trueno.