Es la diosa creadora del mundo en la mitología aborigen australiana. Es la creadora del mundo, del agua, de la tierra, los animales y los canguros. Tenía forma de serpiente pero al no tener vagina su descendencia creció dentro de ella y la diosa se hinchó. Eingana comenzó a rodar debido al dolor de su embarazo y el dios Barraiya para aliviar su dolor la atravesó cerca del ano y por allí pudo dar a luz a todas las criaturas del mundo. A su vez también es la diosa madre de la muerte ya que está unida a cada criatura por un tendón de vida que cuando lo suelta produce el final de esa vida.