Era el dios del sol matutino en la mitología japonesa. Era hijo de Izanami e Izanagi. Se dice que era feo o deforme y que ello hizo que sus padres lo dejaran en el mar en un barco. También se decía que había nacido como una medusa o más comúnmente como una sanguijuela y que fue dejado en un barco a la deriva, llegando a la tierra de Ebisu y adoptó el nombre de esa tierra, llegando posteriormente a ser el dios de los pescadores.