Era un dios con forma de murciélago en la mitología maya quiché. Este dios tiene connotaciones maléficas, se decía que servía a la muerte y gobernaba durante el crépusculo. Vivía en cavernas sangrientas y lugares oscuros que la gente debía evitar para no molestarle. Se decía que había cortado la cabeza de Hunapu pero este fue devuelto a la vida en forma de tortuga y en esta forma consiguió derrotarle. Se le representaba sosteniendo a una víctima y con un cuchillo.