Era uno de los hijos de Helios en la mitología griega. A pesar de ser hijo de Helios y Climene se crío junto al rey etiope Mérope ya que Climene se casó con este. Su madre le reveló quien era su padre cuando ya era un muchacho, pero el quiso pruebas de que su padre era Helios y pidió conducir el carro solar. Debido a la inexperiencia y asustado por la altura se acercó demasiado a la tierra desecando la zona ecuatorial y tostando la piel de sus habitantes, después tomó demasiada altura y abrasó una parte del cielo donde se formó la vía láctea. Zeus le mandó un rayo para evitar más catástrofes, cayendo en el río Eridano.