Era el dios supremo en la mitología del pueblo Yamana de Tierra del Fuego. Era un dios instructor que enseñó a la gente como vivir y dio conocimientos al pueblo como la forma de plantar, de cazar, de construir casas, de confeccionar la ropa, de la vida en comunidad, etcétera. Vivía en los cielos y castigaba a la gente que incumplía las normas que el había impuesto. Su nombre significaba el más antiguo.