Era el dios de la batalla en la mitología nórdica. Era hijo de Thor y la gigante Jarnsaxa. Era hermano de Magni, junto a este consiguió sobrevivir al ragnarok, siendo ellos dos de los siete dioses Aesir que sobrevivieron. Heredó también junto a su hermano el martillo de Thor, Mjolnir. Era un dios muy adorado por los berserkers nórdicos, unos guerreros que entraban a la batalla después de haber ingerido algún tipo de sustancia que les hacía entrar en trance.