Era el dios del aire en la mitología egipcia. Su esposa era Tefnut. Sus hijos eran Geb y Nut que estaban casados, se encargaba de separar la tierra y el cielo que estaban representados por sus dos hijos, ya que el representaba el aire que era el lugar gracias al cual podían vivir los hombres y los otros seres vivos. Formaba parte de la enéada heliopolitana.
Era el responsable de los fenómenos atmosféricos no violentos y representa el principio de vida. Como sostenedor de la bóveda celeste, creó a ocho Heh que se encargaban de sujetarla. Tenía también una función importante en el más allá, siendo hostil a aquellos que en la tierra no habían sido justos, determinando quien debía acceder a la vida eterna y quien no.
Se le representaba con aspecto antropomorfo con una pluma de avestruz en la cabeza, a veces también con los brazos al aire aguantando la bóveda celeste y en forma de animal como un león.