Era la diosa del hogar y el fuego en la mitología griega. Era hijo de Cronos y Rea. También representaba la seguridad personal, la felicidad y el sagrado
deber de la hospitalidad. Era una deidad virgen a pesar de haber sido
cortejada por varios dioses como Apolo o Poseidón y también haber
intentado ser violada por Príapo.
A pesar de ser una diosa que apenas aparece en los mitos e intenta no entrar en las disputas de los diferentes dioses era una de las más veneradas de Grecia ya que se le veneraba en todas las casas como símbolo de la familias unidas, cuando un miembro de la familia dejaba la casa se llevaba una brasa simbolizando la continuidad de la familia, siendo Hestia la deidad que amparaba esta costumbre.
También era el símbolo del prítaneo, una especie de hogar público de los pueblos y ciudades donde se guardaba un fuego que se mantenía encendido permanentemente, este fuego se utilizaba también en los distintos sacrificios religiosos y tenía un carácter sagrado.