Era el dios de la oscuridad y del mal en la mitología persa. Se decía que era hermano gemelo de Ahura Mazda, ambos eran hijos de Zurvan. Era la encarnación del mal, encargado de traer todos los males al mundo, entre ellos la enfermedad y la muerte. Vivía en las oscuridades en un lugar donde irían todos los que hubiesen hecho el mal en la Tierra. Su símbolo era la serpiente.
Estaba constantemente en enemistad con Ahura Mazda, siendo su contrapartida ya que a cada acto de creación de éste, él respondía con un acto de destrucción. Cuando Ahura Mazda creó los cielos, un dragón creación de Ahriman
llamado Azi Dahaka saltó al cielo y formó los planetas en oposición a
las estrellas. Era el líder que conducía las fuerzas oscuras en contraposición a Spenta Mainyu, el espíritu santo que ayudaba a Ahura Mazda, que al final conseguiría vencerlo.
Zurvan el padre de ambos había prometido que los primógenitos deberían reinar. Así que Ahriman desgarró el vientre de su madre y Zurvan le dio el poder durante 9000 años al termino de los cuales debería reinar su hermano gemelo.
Su arma más poderosa era la concupiscencia a través de la cual todo lo que estaba en su reino debía ser devorado, cuando vio al hombre justo se desmayó durante tres mil años hasta que Jeh le despertó y contaminó a los hombres con su espíritu destructivo, introduciendo el miedo, los celos, la lujuria y la codicia.
