Era el dios de la agricultura, la primavera, el renacimiento y las flores en la mitología azteca (también en la zapoteca). Hijo de Ometecuhtli y Omecihualtl y hermano de Quetzacoatl, Huitzilopochtli y Tezcatlipoca.
Al principio de la creación se arrancó los ojos y se desolló vivo para que el maíz se pudiese cultivar y los hombres tuviesen comida. Los dioses le dieron una capa de oro en señal de honra por este sacrificio, la cual representaba su espíritu puro. A pesar de esto también se le consideraba el dios que había traído las enfermedades al hombre como las epidemias o la ceguera.
Se hacían sacrificios en honor suyo en los que se desollaba a varios guerreros y esta piel se la ponían los sacerdotes en los rituales de adoración al dios. Se le representaba desollado o llevando su propia piel como vestido.