Anhur

Era el dios de la caza y la guerra en la mitología egipcia. Su consorte era la diosa Mekhit. Se le adoraba principalmente en las ciudades de Abydos y Sebennytos. Se encargó de buscar y matar a los enemigos de Ra y también rescató a la que después sería su esposa cuando fue raptada con una gacela. 

Se le representaba como un guerrero con barba y larga túnica, en la cabeza lleva un tocado con cuatro plumas y en su mano sostiene una lanza. Se le identificó más tarde con el dios Shu. Su culto llegó a Grecia en época ptolemaica y se le llamó Onouris u Onuris y se asimiló a Ares.

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Tiki

Era el primer hombre en la mitología polinesia. Es el divino ancestro de los polinesios, guió a su pueblo en su viaje por mar a las islas de la Polinesia. Sus mitos tienen diferentes versiones en los distintos pueblos polinesios. Se creía que había sido engendrado por Tane o por Tu Matauegna o bien era hijo de Rangi y Papa. Según la primera historia habría sido hecho de arcilla o bien surgido de una mujer creada con arena (por Tane) llamada Hine-ahu-uno. Esta última también aparece en algunas ocasiones como su esposa con la cual produjo la raza humana. También se decía que Tiki había creado a un niño a partir de la arena y cuando regresó más tarde se había convertido en Hina con la cual engendró a los pobladores de la Polinesia, teniendo que hacer más islas a medida que aumentaba la población.

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Verethragna

Era el dios de la victoria en la mitología persa. Era la personificación del triunfo agresivo. Tenía diez encarnaciones o aspectos, un viento, un toro con los cuernos de oro, un camello, un jabalí, un carnero, un pájaro, un joven de quince años, un hombre con una espada de oro, un caballo blanco y un macho cabrío. En la forma de jabalí fue utilizado por Mitra para matar a sus enemigos.

Era el dios del fuego sagrado del Vrahran que se producía por la combinación de varios fuegos asociados al trabajo de los metales. Castigaba los males cometidos tanto por los demonios como por los hombres. Nació en las aguas primodiales y venció al demonio Azhi Dahak encadenándolo al Monte Demavand. Se le representaba con cuatro caras y el vigésimo día de cada mes estaba consagrado a su figura.

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Tauret o Tawaret

Era la diosa de los partos en la mitología egipcia. Se le consideraba esposa del dios Bes o de Seth. Se encargaba de ayudar en los partos y de vigilar a los recién nacidos. Su figura se encontraba en muchas casas en forma de amuleto, especialmente cuando había una mujer embarazada en esta. Su feroz figura repelía a los malos espíritus. Con el tiempo se le asoció con Horus que la puso a cargo de las almas que regresaban del inframundo para su renacimiento. También se asimiló con el tiempo a Hathor. Se le representaba con cabeza de hipopótamo, patas de león y cola de cocodrilo por lo que se la llamaba la diosa hipopótamo.

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Yuan Shih o Yuanshi Tianzong

Es el dios supremo y el dios de la lluvia en la mitología china taoísta. Es un dios eterno, invisible y sin limitaciones, de él surgieron todas las cosas. Era el encargado de dirigir el cielo aunque le dejó esta tarea a un ayudante suyo llamado Yu-huang. Lleva el epíteto de "Venerable Celestial del Principio Primordial". En principio era un concepto abstracto pero después fue personificado como uno de los principales sino el principal dios en el panteón taoísta. Se decía que él había creado el universo y que lo había puesto en movimiento. Se cree que vive en el Cielo de la Pureza Jade y que había nacido debido a la fusión de las respiraciones o alientos puros. Tenía como asistentes a Zao Jun y Lei Zu, dios de la cocina y dios del trueno respectivamente. En cada edad se encarga de transmitir las Escrituras de la Joya Mágica a las deidades subordinadas a él, que estas a su vez transmiten a la humanidad para enseñarles el Tao. 

En otra tradición se le identifica como hijo y reencarnación de Pangu o Pan-ku, el cual entró a través de un rayo de luz en la boca de un ermitaño hermafrodita que le dio a luz después de doce años, nada más nacer ya hablaba y caminaba y lo rodeaba una nube de cinco colores.

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Yryn-ai-tojon

Es el dios creador y supremo en la mitología del pueblo yakuto de Siberia. Mientras se movía por encima del océano primordial vio una vejiga que flotaba en las aguas, al preguntarle a la vejiga le dijo que era el espíritu del mal que habitaba una tierra oculta bajo el agua. Yryn-ai-tojon le dijo que le trajese un trozo de tierra para convencerle de que realmente existía tierra bajo el océano, este se zambullió y volvió con un trozo de tierra, el dios la bendijo, la colocó sobre el océano y se sentó sobre ella, el espíritu trató de ahogarlo extendiendo la tierra sobre la que se asentaba el dios, pero en vez de diluirse se hacía más fuerte por lo que al final se convirtió en un continente. 

También se decía de él que había creado el pilar del mundo a partir de un poste atado que se convirtió en un árbol gigante, este llegaba hasta los siete pisos del cielo y a los abismos subterráneos.

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Olofat u Olifat

Es el dios del fuego y dios de las muerte en la mitología de las islas Carolinas. Es el hijo de Lugeilan y Thilpelap. Subió al cielo en una columna de humo para exigir que se le reconociese como un dios. Después de lo cual se produjo una batalla donde fue asesinado. Su padre Lugeilan lo resucitó y convenció a los otros dioses para que lo aceptasen como dios del fuego. Una vez convertido en dios trajo el fuego desde el cielo para que pudiese ser usado por la humanidad. 

Aparece en otros mitos haciendo el papel de dios tramposo, por ejemplo se dice de él que anima a las termitas y hormigas a roer el techo para que se derrumben las casas, trata de seducir o violar a las esposas de sus parientes, regala a los tiburones sus temibles dientes o roba alimentos y los sustituye por cáscaras vacías. Debido a sus travesuras está continuamente viajando del cielo a la tierra para escapar a las represalias de los otros dioses.

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